La comuna de Puchuncaví, en la Región de Valparaíso, ha sido escenario de un nuevo y preocupante episodio de contaminación ambiental que afectó a cerca de 70 menores. El pasado lunes 6 de octubre de 2025, estudiantes de diversos colegios y jardines infantiles de la zona presentaron síntomas como cefalea, dolores estomacales y náuseas, luego de percibir un intenso olor asimilado a gas y cloro. Este incidente reaviva la discusión sobre las condiciones ambientales en la Bahía de Quintero y Puchuncaví, zonas históricamente golpeadas por este tipo de problemáticas.
Alerta Sanitaria en Colegios y Jardines de Puchuncaví
La emergencia se desató en múltiples establecimientos educativos de la comuna. Ante el fuerte olor a gas y cloro, que generó malestar entre los menores, el Cuerpo de Bomberos de Puchuncaví acudió a tres jardines infantiles y cuatro colegios, entre ellos el Colegio Integral Nuevo Amanecer, la Escuela de Ventanas y la Escuela Especial del sector Chocota. A pesar de la persistencia del olor percibido por la comunidad, las mediciones de calidad del aire realizadas por Bomberos indicaron “parámetros normales”, sin identificar concentraciones de gases fuera de lo común.
Sin embargo, los establecimientos tomaron medidas preventivas para resguardar a los estudiantes. En el Colegio Integral Nuevo Amanecer, por ejemplo, se optó por:
* 🚫 Suspender las actividades en espacios interiores.
* 😷 Promover el uso de mascarillas en el patio.
* 🌬️ Utilizar ventiladores para mejorar la circulación del aire en las salas.
Los menores afectados, cuya cifra preliminar fue de alrededor de 50 según la Delegación Presidencial, pero que Bomberos estimó en cerca de 70, están recibiendo atención en el Cesfam del sector de Ventanas.
Investigación en Curso y un Historial de Contaminación
La Capitanía de Puerto, en conjunto con la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y la Delegación Presidencial de Valparaíso, ha iniciado una exhaustiva investigación para determinar las causas exactas de este nuevo episodio. La recurrencia de estas situaciones en la zona es un factor clave en la preocupación de la comunidad y las autoridades.
Este suceso no es un hecho aislado. La Bahía de Quintero y Puchuncaví ha enfrentado numerosos episodios de contaminación a lo largo de los años. En la misma semana, se registraron otros incidentes que dejaron más de 130 personas, entre niños y adultos, con síntomas similares de intoxicación, como mareos, vómitos y dolores de cabeza. La falta de un monitoreo ambiental eficaz y la percepción de poca transparencia por parte de las autoridades son críticas constantes de los habitantes, a pesar de un fallo de la Corte Suprema en 2019 que ordenó medidas para identificar y controlar los contaminantes en la zona.
Exigencias de Fiscalización y Transparencia
La comunidad y diversas organizaciones han alzado la voz, exigiendo acciones concretas y una mayor fiscalización. María Araya, presidenta del Consejo Constitutivo del Hospital Adriana Cousiño de Quintero, lamentó la falta de respuesta oficial tras informar la problemática al Seremi de Medio Ambiente.
Por su parte, el diputado Diego Ibáñez (Frente Amplio) fue enfático al demandar una fiscalización integral, transparencia en la entrega de datos y sanciones ejemplares para los responsables. El parlamentario declaró: “Las familias tienen derecho a saber qué están respirando; se deben transparentar los datos, fiscalizar con urgencia, aplicar sanciones ejemplares y no quedarnos callados frente a décadas de contaminación e injusticia ambiental en Quintero y Puchuncaví”.
La agrupación “Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero – Puchuncaví en Resistencia” también expresó su frustración, denunciando la “invisibilización” de estos episodios y calificando las medidas adoptadas en los colegios —como mantener a los alumnos encerrados con purificadores de aire y el uso obligatorio de mascarillas al aire libre— como insuficientes, ya que no abordan el problema de raíz. Este nuevo incidente subraya la urgencia de soluciones definitivas para proteger la salud y el bienestar de los residentes, especialmente de los escolares, en una de las zonas más vulnerables ambientalmente del país.