A más de 20 meses del devastador megaincendio que impactó a Viña del Mar y Quilpué en febrero de 2024, la reconstrucción continúa siendo un tema de profunda controversia en la Región de Valparaíso. En el centro del debate se encuentra la propuesta de la candidata presidencial Evelyn Matthei, quien busca declarar a todos los damnificados como “hábiles” a través de una ley de urgencia, una iniciativa que ha generado un fuerte contrapunto con Belén Paredes, seremi de Vivienda y Urbanismo de la región, quien la considera jurídicamente inviable. La discusión subraya la complejidad de brindar soluciones rápidas y justas a cientos de familias que aún esperan respuestas definitivas.
Controversia sobre la Ley de Urgencia para Damnificados
El camino hacia la recuperación ha estado marcado por desacuerdos significativos, especialmente en torno a cómo agilizar los procesos para los afectados.
La Propuesta de Evelyn Matthei
Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, ha planteado la necesidad de una medida excepcional para los damnificados. Tras visitar el sector El Olivar, uno de los más golpeados por las llamas, la abanderada opositora sugirió una ley de urgencia. Su argumento principal es que esta legislación permitiría incluir a todos los afectados como “hábiles” para la reconstrucción, sin importar su situación legal previa, y recordó que en catástrofes anteriores se han tramitado iniciativas similares.
La Postura de la Seremi Belén Paredes
En una entrevista con Radio Bío Bío, la seremi Belén Paredes rechazó enfáticamente la propuesta de Matthei, declarándola “no viable legalmente”. Paredes enfatizó que la condición de “hábil” se estableció con parámetros específicos para priorizar a quienes realmente necesitan una respuesta urgente, y alterar estos criterios podría comprometer la justicia del proceso.
La seremi fue clara al señalar:
* 🗣️ “No es viable legalmente”, argumentando impedimentos jurídicos.
* ⚠️ “Hay que ser responsable con el dolor de las personas”, pidiendo cautela en las propuestas.
Paredes también reafirmó el compromiso gubernamental de tener el 65% de las viviendas terminadas o entregadas para el 2 de febrero de 2026, fecha en que se cumplirán dos años del siniestro. Esta meta beneficiaría a cerca de 1.700 familias, aunque reconoció que muchas otras siguen en espera de una solución.
Críticas y el Lento Avance de la Reconstrucción
La lentitud en el proceso de reconstrucción ha sido un foco de críticas constantes desde diversos sectores, evidenciando la magnitud del desafío y la frustración de los afectados.
Voces de Desaprobación
La gestión de la reconstrucción ha sido objeto de severos cuestionamientos. Jeannette Jara, otra candidata presidencial, calificó la situación como “impresentable” y “una vergüenza”, atribuyendo la demora directamente al Ministerio de Vivienda. Jara prometió que la reconstrucción sería una prioridad en su eventual gobierno, con un compromiso de solución para el año 2026.
Además, los propios vecinos de Villa Dulce en Viña del Mar han desmentido las afirmaciones oficiales sobre el retorno de familias a sus hogares, señalando que la realidad en el terreno difiere significativamente de los comunicados de las autoridades. Esta discrepancia subraya la desconexión entre las promesas y la experiencia de quienes viven la tragedia.
Compromisos y Realidad en el Terreno
A casi dos años del megaincendio, la realidad en las zonas afectadas es desalentadora. Hasta la fecha, solo 268 viviendas han sido finalizadas, un avance que contrasta con la magnitud del desastre. Existe incluso la posibilidad de que fondos originalmente destinados a la emergencia sean reasignados debido al escaso progreso.
Pese a las dificultades, el Gobierno regional ha estado intensificando las obras de mitigación desde el segundo semestre de 2025, buscando prevenir futuros incendios y asegurar la protección de las comunidades. Sin embargo, la brecha entre los compromisos y la realidad tangible sigue siendo un doloroso recordatorio de la compleja tarea que enfrenta la región.
Un Debate Abierto y Prioritario para la V Región
La tensión entre la urgencia de proporcionar soluciones y el respeto por la normativa legal vigente persiste en la Región de Valparaíso. Mientras la propuesta de Matthei busca una medida excepcional para acelerar la reconstrucción, la seremi Paredes defiende la gradualidad y el apego a los plazos establecidos, sin ignorar el drama humanitario. Este debate pone en evidencia la profunda preocupación por el bienestar de las comunidades afectadas y se mantiene como un tema central en la agenda política regional y nacional, reflejando el “dolor pendiente” que representa la reconstrucción de Viña del Mar y Quilpué.